Octubre de
2011
Si observas
una lista de ciudades de Estados Unidos ordenadas por población, el número de
nuevas empresas exitosas per cápita varía en órdenes de magnitud. Es como si de
alguna manera la mayoría de los lugares fueran rociados con
mata-nuevas-empresas.
Me pregunté
sobre esto por años. Veía la ciudad promedio como si fuera un motel de
cucarachas para las nuevas empresas ambiciosas: personas inteligentes y
ambiciosas entraban, pero no salían nuevas empresas. Pero nunca fui capaz de
averiguar exactamente qué sucedía en el interior del motel –exactamente qué
estaba matando todas las posibles nuevas empresas. [1]
Hace unas
semanas finalmente lo descubrí. Estaba haciendo la pregunta equivocada. El
problema no es que la mayoría de las ciudades matan las nuevas empresas. Es que
la "muerte" es lo normal en las nuevas empresas, y la mayoría de las
ciudades no las rescata. En lugar de pensar que la mayoría de lugares fueron
fumigados con mata-nuevas-empresas, es más acertado pensar que todas las nuevas
empresas han sido envenenadas, y unos pocos lugares son rociados con el
antídoto.
Las nuevas
empresas en otros lugares están haciendo lo que normalmente hacen: fracasar. La
verdadera pregunta es, ¿qué está salvando las nuevas empresas en lugares como
Silicon Valley? [2]
Ambiente
Creo que
hay dos componentes para el antídoto: estar en un lugar donde hacer nuevas
empresas es algo interesante, y las probabilidades de encontrarte con personas
que pueden ayudarte. Y lo que impulsa a ambos es el número de personas con
nuevas empresas a tu alrededor.
El primer
componente es particularmente útil en la primera etapa de vida de las nuevas
empresas, cuando se pasa del mero interés en iniciar una empresa a hacerlo realmente.
Es un gran salto iniciar una nueva empresa. Hacerlo es algo inusual. Pero en
Silicon Valley parece algo normal. [3]
En la
mayoría de lugares, si empiezas una nueva empresa, la gente te mira como si
estuvieras desempleado. La gente en el Valle no se impresiona automáticamente
contigo solo porque estás comenzando una empresa, sino que prestan atención.
Cualquiera que haya estado aquí cualquier cantidad de tiempo sabe no caer en el
escepticismo, sin importar cuán inexperto parezcas o qué tan poco prometedora
suena tu idea al principio; porque todos han visto fundadores inexpertos con
ideas que sonaban poco prometedoras, quienes unos años más tarde se
convirtieron en multimillonarios.
Tener gente
alrededor a la que le importa lo que estás haciendo es una fuerza
extraordinariamente poderosa. Incluso las personas más voluntariosas son
susceptibles a ella. Aproximadamente un año después de empezar Y Combinator le
dije algo a un socio de una conocida firma de Capital de Riesgo que le dio la
impresión (errónea), de que estaba considerando la posibilidad de iniciar otra
nueva empresa. Él respondió con tanto entusiasmo que por medio segundo me vi
pensando en hacerlo.
En la
mayoría de las otras ciudades, la posibilidad de iniciar una nueva empresa no
parece real. En el Valle no sólo es real, sino que está de moda. Esta ausencia
de duda provoca que una gran cantidad de personas para inicien nuevas empresas
que no deberían. Pero creo que eso está bien. Pocas personas se adaptan a crear
una nueva empresa, y es muy difícil predecir de antemano cuáles son (lo que sé
muy bien debido a estar en el negocio de tratar de predecir de antemano), así
que el que haya muchas personas iniciando nuevas empresas que no deberían,
probablemente es el estado de cosas óptimo. Mientras estés en el punto de tu
vida donde puedes asumir el riesgo del fracaso, la mejor manera de averiguar si
estás hecho para crear una nueva empresa es intentarlo.
Probabilidades
El segundo
componente del antídoto son los encuentros casuales con personas que puedan
ayudarte. Esta fuerza actúa en dos fases: tanto en la transición del deseo de
iniciar una nueva empresa a hacerlo, y la transición de crear una nueva empresa
a tener éxito. El poder de los encuentros casuales es más variable que la gente
a tu alrededor teniendo cuidado de las nuevas empresas, que es como una especie
de radiación de fondo que afecta a todos por igual, pero su fortaleza es mucho
más fuerte.
Los
encuentros casuales producen milagros para compensar los desastres que
acontecen característicamente con las nuevas empresas. En el Valle, suceden
cosas terribles todo el tiempo con las nuevas empresas, al igual que sucede en
todas partes. La razón por la cual es más propenso a que sucedan en este punto,
es que grandes cosas también les suceden a ellas. En el Valle, el relámpago
tiene un poco de significado.
Por
ejemplo, puedes iniciar un sitio para estudiantes universitarios y decides irse
a vivir en el Valle durante el verano para trabajar en él. Y luego, en una
calle suburbana cualquiera en Palo Alto sucede que conoces a Sean Parker, que
comprende el tema muy bien porque él mismo empezó una nueva empresa parecida, y
también conoce a todos los inversores. Y además ha avanzado puntos de vista,
para el año 2004, sobre los fundadores manteniendo el control de sus empresas.
No puedes
decir exactamente qué será el milagro, o incluso asegurar que uno sucederá. Lo
mejor que uno puede decir es: si estás en un centro de nuevas empresas,
probablemente cosas buenas e inesperadas te sucedan. Especialmente si las
mereces.
Apuesto que
esto es cierto incluso para las nuevas empresas que financiamos. A pesar de que
trabajamos para hacer que las cosas les sucedan a propósito y no por accidente,
la frecuencia de los encuentros casuales útiles en el Valle es tan alta, que
todavía es algo significativo frente a lo que podemos ofrecer.
Los
encuentros casuales juegan un papel igual que los juegos de rol en la
relajación de tener ideas. La mayoría de la gente ha tenido la experiencia de
trabajar duro en algún problema, no ser capaz de resolverlo, darse por vencido
e irse a la cama, y luego pensar en la respuesta mientras se ducha por la
mañana. Lo que hace que la respuesta aparezca es dejar que tus pensamientos
vaguen ligeramente -y por lo tanto la derivan fuera del camino equivocado que
habías estado persiguiendo la noche anterior, y lo hacen por el correcto que
estaba justo al lado.
Los
encuentros casuales permiten que tu conocimiento derive de la misma manera que
tomar una ducha deja que lo hagan tus pensamientos. Lo importante en ambos
casos es que derivan en la cantidad justa. La reunión entre Larry Page y Sergey
Brin es un buen ejemplo. Dejaron que su conocimiento derivara, pero sólo un
poco; los dos estaban con otra persona con la cual tenían mucho en común.
Para Larry
Page, el componente más importante del antídoto fue Sergey Brin, y viceversa.
El antídoto es la gente. No es la infraestructura física de Silicon Valley lo
que lo hace funcionar, o el clima, ni nada de eso. Esos ayudaron a ponerlo en
marcha, pero ahora la reacción es la retro-alimentación l que impulsa a la
gente.
Muchos
observadores han notado que una de las cosas más características acerca de los
centros emprendimiento, es el grado en que las personas se ayudan unas a otros,
sin esperar recibir nada a cambio. No estoy seguro de por qué esto es así. Tal
vez sea porque las nuevas empresas son menos que un juego de suma cero que la
mayoría del resto de negocios; en raras ocasiones son arrasadas por los
competidores. O tal vez es porque muchos fundadores de nuevas empresas tienen
experiencia en las ciencias, donde se fomenta la colaboración.
Una gran
parte de la función de Y Combinator es acelerar ese proceso. Somos una especie
de Valle dentro del Valle, donde la densidad de personas que trabajan en nuevas
empresas y su disposición a ayudarse mutuamente, son ampliadas artificialmente.
Números
Ambos
componentes del antídoto –un entorno que fomenta las nuevas empresas, y
encuentros casuales con personas que te ayudan– son impulsados por la misma
causa subyacente: el número de personas que inician nuevas empresas a tu
alrededor. Para hacer un centro de emprendimiento, necesitas una gran cantidad
de personas interesadas en nuevas empresas.
Hay tres
razones. El primero, obviamente, es que si no tienes la densidad suficiente,
los encuentros casuales no suceden [4] La segunda es que diferentes nuevas
empresas necesitan cosas muy diferentes, por lo que necesitas una gran cantidad
de gente para proporcionar a cada nueva empresa lo que más necesitan. Sean
Parker fue exactamente lo que Facebook necesitaba en el año 2004. Otra nueva
empresa podría haber necesitado un tipo para las bases de datos, o alguien con
conexiones en el negocio del cine.
Por cierto,
esta es una de las razones por las que financiamos un gran número de empresas.
Cuanto más grande sea la comunidad, mayor será la posibilidad de que contenga
la persona que tiene esa cosa que más necesitas.
La tercera
razón por la se necesitan muchas personas para crear un centro de
emprendimiento, es que una vez que haya suficientes personas interesadas en el
mismo problema, comienzan a establecer las normas sociales. Y es algo
particularmente valioso cuando el ambiente circundante te alienta a hacer algo
que de otro modo parecería demasiado ambicioso. En la mayoría de los lugares la
atmósfera te aleja hacia lo tradicional.
Llegué al
área de la bahía hace unos días. Cada vez que vuelo sobre el Valle noto: de
alguna manera puedes sentir que algo está pasando. Obviamente puedes sentir
prosperidad por qué tan bien se conserva la apariencia de un sitio. Pero hay
diferentes tipos de prosperidad. Silicon Valley no se ve como Boston, Nueva
York, Los Ángeles o Washington. Traté de preguntarme a mí mismo qué palabra
usaría para describir la sensación que el Valle irradia, y la palabra que me
vino a la mente fue el optimismo.
Notas
[1] No
estoy diciendo que sea imposible tener éxito en una ciudad con pocas empresas
nuevas, sólo que es más duro. Si eres lo suficientemente bueno como para
generar tu propia motivación, puedes sobrevivir sin estímulos externos. Wufoo
estaba localizado en Tampa y tuvieron éxito. Sin embargo, la gente de Wufoo es
excepcionalmente disciplinada.
[2] Por
cierto, este fenómeno no se limita a las nuevas empresas. La mayoría de las
ambiciones más extrañas fallan, a menos que la persona que las tenga se las
arregle para encontrar el tipo adecuado de comunidad.
[3] Iniciar
una empresa es común, pero crear una nueva empresa es poco frecuente. He
hablado acerca de la distinción entre las dos en otro lugar, pero en esencia
una nueva empresa es un nuevo negocio diseñado para la escala. La mayoría de
los nuevos negocios son negocios de servicios y salvo en casos raros, estos no
escalan.
[4]
Mientras escribía esto, tuve una demostración de la densidad de población de
emprendedores en el Valle. Jessica y yo íbamos en bicicleta hasta la Avenida
Universidad en Palo Alto, para almorzar en el fabuloso Hummus Oren. A medida
que entrábamos, nos encontramos con Charlie Cheever sentado cerca de la puerta.
Selina Tobaccowala se detuvo a saludar mientras salía. Luego Josh Wilson entró
para tomar la orden. Después del almuerzo nos fuimos a tomar yogurt congelado.
En el camino nos encontramos con Rajat Suri. Cuando llegamos al lugar donde
vendían el yogur, nos encontramos con David Shen, y cuando salimos nos
encontramos con Yuri Sagalov. Caminamos con él una cuadra más o menos y nos
encontramos con Muzzammil Zaveri, a continuación, una cuadra más adelante nos
vimos con Aydin Senkut. Así es la vida diaria en Palo Alto. No estaba tratando
de conocer gente, estaba almorzando. Y estoy seguro de que por cada creador de
nuevas empresas o inversionista que me encontré, había cinco o más que no vi.
Si Ron Conway hubiera estado con nosotros, él se habría encontrado con 30 personas
que conocía.
Gracias a
Sam Altman, Buchheit Pablo, Jessica Livingston, y Harj Taggar por leer los
borradores de este texto.
Original source: http://www.paulgraham.com/hubs.html
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